All that we see or seem

Is but a dream within a dream.”


2014-02-01

Soy...


  Soy ese instante en el que cierras los ojos y aprietas los puños de impotencia. Ese instante en el que quieres gritarle al mundo que ya no puedes más, que estás harta de tanta indiferencia, de tantas chorradas y de tantos miedos. Ese instante en el que le das un puñetazo a la pared y el dolor te consuela más que cualquier caricia. Ese instante en el que prefieres que te arrojen a la cara una cubo de agua fría a seguir fingiendo que todo esto es normal. Cuando las palabras hieren sin quererlo y te queman por dentro sin saberlo. Cuando, por mucho que te digan que una sonrisa vale más que mil lágrimas, lo único que quieres al llegar a casa es encerrarte en tu habitación y llorar contra esa almohada que te entiende más que nadie en el mundo. Cuando lo único que te ayudaría es gritar, decir lo que piensas, dar un portazo y salir corriendo. ¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué no podemos romper estas inútiles cadenas y darle una patada a la realidad?

  Soy el llanto ahogado de cada noche, todas las palabras que no nos dejan decir, plantarles cara a aquellos que piensan que un dato vale más que un sentimiento, que una hora es una hora sentados y escuchando, sin opinar, obedeciendo y sin tener razón, que "aprovechar" el tiempo es hacer todos los ejercicios posibles. Soy la señora que te falta al respeto y se siente ofendida si no le hablas de usted, la gente que cree que por saber más que tú puede meterse en tu vida, aquellos que piensan que ser joven es fácil, que somos tontos y nos dejamos manejar por las modas, que no tenemos sentimientos y que nuestro mayor problema es que se nos corra el maquillaje o que no nos funcione el móvil. Soy el imbécil que da el primer empujón, la persona que desprecia a otra por ser diferente, el profesor que enseña a base de palos, aquel que te hace daño y simplemente desaparece. Soy esa canción que te abre las heridas para curarlas con la dura melancolía que necesitas. Soy ese instante en el que comprendes que esa persona especial en la que tanto has confiado sólo estaba de paso, que no puede quedarse en tu vida y eres tú quien debe echarla de ella.

  Ahora, llora, grita, desahógate, escribe todas las cosas que te hacen sufrir y quémalas, cánsate, deja que tu cuerpo se libere sudando los problemas, baila con la peor canción del mundo, canta que eres más fuerte que yo y que si la vida te da la espalda, tú me la das a mí. Y, por fin, descansa y sonríe. Vamos, inténtalo. Comprenderás que no es tan difícil, después de todo. Nos ha tocado este mundo chapucero, pero no hay nada que no se arregle soñando.Te reto a intentarlo. Un beso.