All that we see or seem

Is but a dream within a dream.”


2016-03-28



   Siento una gota de sangre en la muñeca. Disminuyo la presión de mis uñas, pero el dolor sigue ahí. El dolor imaginario.

  Arrojo lejos la mirada, rebota en la pared. Vuelve. No puedo evitarlo. 

  Intento imponer un ritmo a mi respiración, pero es inútil. Mis engranajes chocan entre ellos, se aceleran, desencajan. Estoy desprogramado.

  
  Mientras tanto, el reloj no suena. ¿Qué cojones le ocurre? Hay demasiadas cosas en esta habitación que no funcionan. La puerta se ha hecho pequeña, ya no sirve de nada huir. Sé que esa persona frente a mí, que imanta todos y cada uno de mis pensamientos, me perseguiría. Nunca me alcanza, pero se queda ahí, observando. 

  Su presencia me inquieta. Ese mirar inquisitivo se me adhiere a la piel y me obstruye las venas. Camina alrededor, entre las sombras, y a veces pasa tan cerca que se me hiela el corazón. Y todo se amplifica, en esta sala de espejos.