All that we see or seem

Is but a dream within a dream.”


2014-01-04

¿Recuerdas?...




    ¿Recuerdas aquella tarde bajo el sauce?

  Era otoño, y los matices dorados se extendían por todas partes: los árboles, el rocío, las lagunas intactas como espejos, las tardías farolas a punto de apagarse, los escaparates de las tiendas, las gotitas que colgaban de los tejados como adornos de navidad...Sus pestañas risueñas... Y mi mirada perdida.


   Nos sentamos bajo el sauce, con las espaldas contra su tronco, hundiéndonos en las bufandas. No era fácil. Las palabras se me quedaban atascadas en la garganta. Los hilos de luz dorada jugaban con los destellos verdes de las ramas colgantes. Cogí una piedrecilla blanca y la arrojé lejos. Estuvimos en silencio un buen rato. Finalmente, me decidí a hablar. Una vez empezada, no pude parar. Dije todo lo que me había guardado cada vez que me mordía el labio inferior. Dejé caer una fría lágrima por cada noche llorando en silencio. Pero no callé, por mucho que me doliera como mil cuchillos atravesando mi cuerpo. Y, cuando acabé, sentí que me había librado de una pesada carga. Por fin, después de tanto tiempo. Le regalé una última sonrisa porque, a pesar de todo, las mejores cosas nunca terminan definitivamente. Siempre quedarán las brasas de aquel fuego que ardió una vez dentro de mí. Pero tenía que ser así, tenía que extinguirse antes de consumirme. Siempre quedarán las cenizas del recuerdo.

  ¿Recuerdas aquella tarde bajo el sauce? ¿Recuerdas aquella tarde bajo el sauce en la que me marché dejando atrás un rastro de lágrimas y canciones que nunca volverán a sonar?

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