All that we see or seem

Is but a dream within a dream.”


2014-12-04

Sonrío miel


 

  Sonrío miel. 

  Me pierdo entre las mantas y sonrío miel. Esto va de duendes de orejas puntiagudas, de cosquilleos en los pies y de mariposas que no duermen nunca. Arrugo la nariz respingona sin dejar de sonreír miel. 

  Juraría que mis pecas corretean y bailan. La ventana destila hilos de luz, y me acerco de puntillas. El gato ronronea y se estruja contra mi tobillo al pasar. Juego con él. Es una bola peluda que rueda y rueda hasta que se queda dormida y suspira en sueños. Poso mis manos en el alfeizar de la ventana y pierdo la mirada mientras se me cierran las pestañas como a un niño pequeño que dice que no quiere ir a dormir. 



  Abro los ojos al borde de dejarme llevar por el sueño y observo a la gente. Se enroscan las bufandas, beben cafés humeantes, cenan tanto que se sujetan el vientre con las manos como si fuera a escaparse botando...



  ¿Quién ha apagado la luz? Separo lentamente los párpados y veo a familias que ríen o discuten, parejas cogidas de la mano, amigos que bromean y comparten secretos, se abrazan y se besan, niños jugando hasta estallar en lágrimas, ancianos solitarios que alimentan a las grises palomas...



  Me rindo. Me hago diminuta en la penumbra. No necesito ver para sentir. Percibo el calor artificial que abraza, el canto del viento al ulular,  las risas, los silencios, los coches en pleno ronroneo, la suave bata que acaricia mi piel, el delicioso sabor a chocolate caliente en el paladar, esa misteriosa melodía de piano, el sonido de la televisión desde la sala de estar...

  Y, también en sueños, sonrío miel. 




   


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